Hablo por la por la experiencia que tuve en la comunidad a la que pertenezco que es la vereda La Secreta en el municipio de Ciénaga, esa es una comunidad que fue desplazada masivamente en dos oportunidades, primero por la guerrilla y luego por los paramilitares.
Por todas esas situaciones que se vivieron en el conflicto la gente perdió la credibilidad y se rompieron las relaciones entre las familias como anteriormente las tenían. La gente perdió la confianza en los demás, nadie confiaba en nadie, mucho menos en la institucionalidad. Se perdió totalmente la confianza especialmente en la fuerza pública porque hicieron parte en su momento del desplazamiento, hicieron parte de los violentos de los que llevaron a la comunidad a violentar, entonces por eso se perdió la credibilidad.
¿Cómo se hizo para recuperarla?, la verdad yo creo que eso fueron cosas del mismo Dios. Cuando se pudo recuperar los terrenos, después del 2010 cuando se desmovilizaron las autodefensas, empezaron a retornar algunas familias poco a poco. Entre el 2010 y 2012 retornaron alrededor de 28 familias de 100 y pico de familias que éramos anteriormente. Gracias a la creación de la ley 1148 y a la llegada con ella de la Unidad de Restitución de Tierras, la Unidad para la Atención Integral de las Víctimas y alguna comunidad internacional como el Consejo Noruego para Refugiados y las Naciones Unidas incursionaron en la vereda La Secreta y a través de estas instituciones, con el trabajo que se empezó a desarrollar la Unidad de Restitución por un lado y se articuló con la Unidad para las Víctimas se empezó a ver como algún resultado positivo, la comunidad empezó a creer, empezaron a hacer la georreferenciación de los predios para adelantar el proceso de restitución, empezaron con la atención psicosocial de las familias y se recuperó el tejido social basado en todas esas capacitaciones, en charlas que se dieron.
La gente vio que sí entró la Policía, el Ejército, pero entraron a hacer parte de la recuperación de las tierras y retomamos, porque me incluyo, la confianza en la institucionalidad. Todo eso gracias a Dios y al liderazgo que pude ejercer en la zona, se pudieron adelantar todos esos procesos que solicité después de la creación de la ley 14 48. Entonces no fue nada fácil.
Es una parte fundamental creo que la más importante para mí, la comunidad de pronto no lo dicen tan tajante porque inicialmente a ellos no les interesa mucho el tema psicosocial, por ejemplo, algunos dicen “yo no estoy loco”. Pero sí necesitan un apoyo para volver a su tierra, entonces empezamos por ahí con un programa de la Unidad de Víctimas que se llama Retorno y Reubicaciones, se empezó con un plan semilla entonces la gente vio que sí se podía y luego de eso la Unidad de Restitución de Tierras entregó las tierras y entregó un proyecto productivo para poner a producir de nuevo la tierra, la gente empezó a creer y fue mucho más fácil cuando arrancaron esos proyectos para mirar la parte psicosocial. Entonces a la gente le cayó muy bien esos procesos de apoyo psicosocial, que fue familia por familia y fue de mucha importancia para recuperar el tejido social principalmente.
Claro que sí, como sufrimos en carne propia esa problemática para nosotros todo el que llega desconocido a la zona es peligro. Entonces uno siente como ¡ñercole! se metió otra vez el grupo de uno o de otro, porque uno no alcanza a identificar en el momento. Entonces lo primero que uno hace es llamar a la Policía, al Ejército, a las autoridades con las que ya tenemos una relación directa hasta con los mismos comandantes.
Si vemos el riesgo en cualquier persona que no es de la comunidad inmediatamente llamamos y hace presencia enseguida la fuerza pública. Ya uno se cansó de estar bajo el yugo de esos grupos. Entonces por eso ha sido muy importante que la gente haya entendido esa parte que hay que denunciar, antes no denunciaban porque temían que la misma fuerza pública lo denunciara a él, eso la verdad fue un paso muy importante.
Sí, de hecho, se está conviviendo con algunos de ellos, hay algunas personas que fueron de esos grupos y hoy están como habitantes de la comunidad. Algunos fueron familiares de personas que trabajaban o que estuvieron en la comunidad tiempo atrás, hoy para ser preciso hay dos reinsertados que están habitando en la comunidad y sí la gente se lleva muy bien con ellos, obviamente con sus precauciones.
Conociendo el tema muy a fondo de personas de la comunidad que perdieron familiares, para muchos ese perdón no existe, la gente todavía se pregunta por qué, por qué asesinaron a quien no tenían que asesinar si no hacía parte de ninguno de los dos grupos. Todas esas familias que tomaron de escudo y el resultado fue eso la muerte de personas inocentes, que hoy en día si hubiesen estado vivos su núcleo familiar fuese otro.
Entonces por ese motivo los hijos de esas personas y las mismas esposas que conozco ellas no han alcanzado a perdonar a esas personas por muchos procesos psicológicos que hayan tenido, ellas no han perdonado eso, porque no se explican por qué mataron a su familia, a sus papás, a sus hermanos, a sus esposos.
Y la mayoría de esas personas que fueron asesinadas te puedo decir que más del 80% eran cristianos, uno no se explica entonces por qué mataban a la gente por qué los mataron en ese entonces, solamente porque según ellos no les colaboraban en lo que ellos pretendían, entonces los asesinaron, les daban muerte a los familiares porque les daba la gana.
¿Por qué?, la lucha no era con los campesinos, era entre los grupos y conociendo los bandos tanto los de las FARC como el ELN y las Autodefensas a ninguno de ellos vi que se mataron entre ellos, los grupos asesinaban era a los campesinos. Entonces me pregunto todavía, ¿la guerra con quién era?, eso es como el análisis que uno hace.
Las víctimas tomamos esa salida porque no queremos más muertes, ya no queremos tener más a esas personas delinquiendo en nuestras comunidades. Entonces uno dice “sí yo perdono y me reconcilio”, de ahí para afuera, pero para dentro es otra cosa, acá uno vive casi que eternamente con ese daño. Yo a estas alturas todavía me pregunto por qué razón si la guerra era entre ellos porqué mataban a los que no estaban en la guerra, todavía no me explico esa parte.
Entonces sí nosotros en aras de que todo se lleve bien que todo termine bien que no haya más guerra en ese sentido conociendo digamos la respuesta de la mayoría de las víctimas, teniendo en cuenta que soy representante de una cantidad de víctimas en el Magdalena es como ese sentir de las víctimas si perdón y me reconcilio, pero no quiero ver más esta situación en la comunidad, es el mensaje que te daría.